Elaboración
- En primer lugar ponemos a remojar la gelatina en un recipiente con agua fría.
- Seguidamente vamos a infusionar la horchata. Colocamos la horchata en una cazuela junto con la canela y la piel del limón. Calentamos a fuego medio-alto durante 10 minutos más o menos. De esta manera obtenemos una horchata con aroma a canela y limón.
- Partimos los fartons de manera longitudinal y los disponemos en el interior de nuestro molde hasta cubrir por completo el fondo del mismo. En los paquetes suelen venir 6 unidades, pero igual no os hace falta usarlas todas. Eso dependerá del tamaño de vuestro molde. El mío tenía 23 cm y usé 5 fartons.
- Ahora vamos a humedecer los fartons. En un recipiente separamos unas 5 cucharadas de la leche condensada y otras 5 o 6 de la horchata infusionada. Mezclamos ambos ingredientes y, con la ayuda de un pincel de cocina, vamos untando poco a poco los fartons hasta que estén bien impregnados de líquido. De esta manera la base de la tarta quedará más jugosa y, además, los fartons no saldrán flotando mientras se cuaja la tarta.
- Una vez tengamos hecha la base de la tarta procedemos a hacer el relleno. Para ello añadimos las hojas de gelatina hidratada a la horchata y removemos bien el conjunto hasta que la gelatina se deshaga por completo. Como la horchata aún estará caliente, las hojas de gelatina se diluirán con facilidad.
- Añadimos la leche condensada a la horchata, mezclamos bien ambos ingredientes y reservamos.
- Ahora es el momento de montar la nata. Para ello utilizaremos unas varillas eléctricas. Para que se monte bien la nata tiene que estar muy fría y tener un 35% de materia grasa como mínimo.
- Incorporamos la nata montada a la mezcla de horchata, gelatina y leche condensada, que deberá estar a temperatura ambiente. Con la ayuda de una lengua repostera añadimos la nata poco a poco y la mezclamos realizando movimientos envolventes, de arriba a abajo. De esta manera evitamos que la nata pierda todo el aire y se baje. Trabajamos la mezcla con suavidad hasta que presente un aspecto homogéneo.
- Vertemos el relleno de la tarta de horchata en el molde que habíamos preparado. Lo haremos con cuidado para que los fartons no se levanten.
- Refrigeramos la tarta durante un mínimo de 4 horas para que cuaje. Si la dejamos de un día para otro, mejor, pues la textura quedará más asentada.
- Una vez que tengamos la tarta bien cuajada, la desmoldamos con cuidado.